La tecnología se ha convertido en uno de nuestros grandes aliados cada vez que salimos de viaje. Sin embargo, ya sea por un error de cálculo, un exceso de confianza o simplemente por mala suerte, a veces también puede jugarnos una mala pasada.
A continuación repasamos algunos problemas tecnológicos viajeros que pueden ocurrirte. ¡Leé más!
1. No encontrar WiFi
No tener conexión a internet mientras viajamos puede poner nervioso a más de uno, sobre todo en el extranjero donde conectarse mediante red de datos puede resultar muy caro.
2 soluciones:
- Descargá una app y encontrá WiFi gratuito cerca de donde te encuentres.
- Podés también aprovechar la oportunidad para realizar una desintoxicación digital.
2. La batería del celular (o de tu cámara) está descargada…
…y para colmo no tenés el cargador encima o estás en medio de la naturaleza sin acceso a la red eléctrica.
Consejo: llevá siempre con vos un segundo juego de baterías. Alternativamente también existen cargadores de batería solares que pueden resultarte realmente útiles en estas situaciones.
3. Los enchufes no son compatibles con los tomacorrientes “locales”
Los distintos estándares internacionales generaron uno de los inconvenientes más comunes al viajar al exterior. Afortunadamente, se soluciona con relativa facilidad. ¿De qué forma? Como ya vimos en este otro post, existen adaptadores de enchufes universales. Si viajás cada tanto al exterior, ¡no dejes de llevar uno!
4. Tarjeta de memoria llena
Otra situación que puede surgir estando en plena excursión disparando con tu cámara o la de tu celular, tratando de captar cada momento de tu viaje es que su tarjeta de memoria se llene.
Hay varias alternativas y ajustes que podés implementar solos o combinados para evitarlo:
- Llevá una tarjeta de memoria adicional.
- Modificá la resolución con que se toman las imágenes para que ocupen menos espacio en la memoria.
- Recurrí a servicios de almacenamiento de archivos en la nube tales como Google Photos o Dropbox.
5. ¡Smartphone al agua!
Este es un problema que puede ocurrirnos en cualquier momento y lugar. Sin embargo, convengamos que estando de viaje en una playa paradisíaca o disfrutando de la pileta del hotel en que nos alojamos, nos vemos tentados agarrar nuestro smartphone y sacarnos una selfie desde el agua o muy cerca de ella. Esto, por supuesto, aumenta exponencialmente las chances de que nuestro celu se escabulla y termine sumergido en las aguas, ante nuestra atónita mirada.
¿Soluciones?
- Ser más precavido y no usarlo cerca del agua.
- Conseguir una funda protectora a prueba de agua, como esta.
- En caso de inmersión, muchos aconsejan someterlo a un tratamiento intensivo de arroz, el cual (con un poco de suerte) absorberá toda la humedad a la que se vio expuesto.
Muy buenas sugerencias.