Conocer nuevos lugares, divertirte, relajarte, salir de la rutina cotidiana, son algunas de las razones más habituales que te motivan a organizar un viaje. Entonces te vas de vacaciones, dejando las obligaciones de lado con el único objetivo de disfrutar y, luego de unos días, volvés “renovado”.

¿Qué te pasó? No es solo el agua transparente del Caribe ni las exquisiteces que probaste en Grecia. Según afirman expertos en el tema, viajar tiene sus interesantes beneficios.

  1. Encontrás nuevas soluciones

Los mismos problemas parecen menores. Viajar amplía tu manera de ver el mundo, aumentando la capacidad para hallar soluciones a medida que vas conociendo culturas distintas de las que te rodean a diario. Además, el hecho de estar apartado de lo cotidiano te hace pensar de manera más abstracta, facilitando que encuentres más formas para resolver situaciones.

  1. Estimula tu creatividad

Numerosos estudios de neurociencia han comprobado que cuando cambiás de paisaje o entorno, observás diferentes maneras de pensar y te exponés a nuevas  experiencias, provocando que tu cerebro cree nuevas conexiones neuronales, es decir que aparezcan otras formas de pensamientos, haciendo que te vuelvas más creativo.

  1. Te volvés a asombrar

Al viajar, el estado de asombro provocado al ver las cosas por primera vez, vuelve al cerebro, pues todo lo que te rodea es nuevo, diferente, como cuando eras chico. Esto no solo produce un mayor desarrollo de la capacidad de sorprenderse, sino que un viaje puede percibirse como…

  1. Vivís más

Investigaciones realizadas acerca de la percepción del tiempo, señalan que los adultos tienen un sentido del tiempo más comprimido que los niños, pero esta posición neuronal que se da al viajar -similar a cuando eras chico- hace que tu sentido del tiempo se amplifique, con lo cual un par de semanas de vacaciones en Brasil pueden llegar a sentirse como una breve vida. Por eso es que un viaje es tan reparador.

  1. Mejora tu salud

Los cambios de ambiente son, sin dudas, oportunidades para cambiar de hábitos, por eso los viajes son ocasiones ideales para dejar malos hábitos y empezar otros que mejoren tu calidad de vida, como por ejemplo la actividad física. El hecho de viajar a lugares diferentes a los habituales genera nuevas y distintas asociaciones en el cerebro, que hacen que resulte más fácil, por ejemplo, dejar de fumar.

  1. Desarrollás empatía

Tu marco de referencia se expandirá en la medida que viajes y puedas ver más allá de tu propia cultura. Al salir de tu ámbito cotidiano tendrás acceso a otras realidades, lo que hará que al volver veas “tu mundo con otros ojos”. Al conocer otras formas de vida, tenderás a ponerte en el lugar de los demás. Con frecuencia, esta actitud te permitirá desarrollar empatía y humildad.

  1. Valorás tu cultura

La mayor parte de los viajeros asegura valorar más lo propio luego de regresar de unas vacaciones. Lo que ocurre es que al viajar, todo se ve en perspectiva, y es así como culturas diferentes te ayudan a valorar más lo que tenés en casa, desde un paisaje natural, pasando por una típica empanada, un buen vino, y hasta el idioma.

Está demostrado. ¿Querés vivir mejor? ¡Andate de vacaciones!

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