En este post, enterate cómo ocurren las rupturas de una de las maravillas de la naturaleza: El Glaciar Perito Moreno, un atractivo de jerarquía internacional en la provincia de Santa Cruz, Argentina. ¡Seguí leyendo!
Hace muy poquitos días fuimos testigos una vez más de uno de los espectáculos más asombrosos de la naturaleza: la ruptura del Glaciar Perito Moreno. Hoy te contamos algunos datos y cómo es que ocurren estos sorprendentes desprendimientos de hielo.
El Parque Nacional Los Glaciares
Desde El Calafate, luego de recorrer 40 km de estepa patagónica, ñires, guindos, lengas, algún canelo y el rojo intenso del notro te reciben en el Parque Nacional Los Glaciares. Un manto de hielo cubre este Área Protegida de 600.000 hectáreas, declarada en 1981 Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
El Glaciar Perito Moreno es el más imponente entre los 356 glaciares, con un frente de 5 km y una altura de más de 60 metros sobre el nivel del agua. Su majestuosidad es realmente impactante mientras caminás por las escalinatas y pasarelas para obtener una vista mejor que otra del frente del glaciar.
¿Por qué se rompe el Glaciar Perito Moreno?
El Glaciar Perito Moreno es famoso mundialmente gracias a sus procesos de ruptura. Estos desprendimientos se producen cuando el frente del glaciar, al llegar a la orilla, obstruye el paso de las aguas del Brazo Rico, con lo cual se genera una especie de embalse con un desnivel entre un brazo y otro del lago de más de 20 metros. Entonces, nunca es posible predecir exactamente cuándo, la gran presión del agua da origen a una filtración que culmina con la esperada ruptura.
El espectáculo es magnífico: desde muy cerca pueden verse los desprendimientos de los bloques de hielo, escuchar el estruendo que producen y luego observarlos transformados en increíbles témpanos flotantes.
El Calafate: un destino único
El centro de estadía para disfrutar de esta tierra de glaciares es El Calafate. Situada a orillas del Lago Argentino, es una bella villa colmada de paisajes hermosos. Aunque su fundación data de 1927, fue la creación del Parque Nacional Los Glaciares en la década del 40 el hecho que marcó el comienzo de su desarrollo turístico. Hoy nos encontramos con una ciudad de más de veinte mil habitantes, que mantiene una arquitectura pintoresca con casas de techos a dos aguas y gran cantidad de árboles y coloridas flores de diferente tipo que adornan su centro.
Su planta turística es destacable. Hay desde hoteles 5 estrellas de nivel internacional hasta cálidas y confortables hosterías, e inclusive campings que son muy concurridos en el verano. El nombre de la ciudad se debe a un arbusto típico de la Patagonia austral cuyas flores son amarillas y da un fruto morado con el que se preparan deliciosos dulces y licores artesanales. Según la tradición “el que come calafate siempre vuelve a la Patagonia”. ¡Así que no te olvides!