Chicoana, Capital Nacional del Tamal

¿Por viajar al Noroeste Argentino? Ni lo dudes y sumale un día diferente en Chicoana. Aprendé a hacer tamales y llevate el sabor de una vivencia inolvidable. Conocé esta experiencia no tradicional de la mano de una integrante de nuestro equipo comercial, Marcela Calvo.    

Salimos de Salta por la mañana. Recorrimos 50 kilómetros hacia el sur, hasta llegar a Chicoana. Nos habían prometido visitar “un pueblo mágico”, y teníamos mucha expectativa.

Al llegar, inmediatamente entendimos su magia. Hasta los perros de la plaza parecían venir a darnos la bienvenida cálidamente.

Un puente directo a nuestras raíces, nuestro folclore…. Estábamos en la Capital Nacional del Tamal.

Esteban Ivetich, su intendente, nos recibió en la plaza principal para invitarnos a conocer la Iglesia San Pablo: una joyita perfectamente conservada que custodia de las fiestas patronales del pueblo.

Luego, aprovechando el sol, caminamos hasta el centro comunal donde nos enseñarían a cocinar tamales.

Pasear por las tranquilas calles de Chicoana es una suerte de túnel del tiempo, con sus almacenes, panaderías y carnicerías con antiguas balanzas, mostradores y heladeras tipo vitrina. Al pasar, los lugareños nos saludaban afectuosamente, como si nos conociéramos de toda la vida.

Al llegar al centro comunal, nos esperaban Isabel y Rosita, campeonas tamaleras!

Dispuestos en grupos, con nuestros delantales, gorros y guantes, nos enfrascamos en la tarea. Isabel nos enseñó a desgranar el choclo, a armar los tamales haciendo un huequito en la mano y luego envolverlos en la chala como caramelitos.

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Casi jugando, entre risas, fotos y envoltorios fallidos, aprendimos a hacer los tamales bajo la dulce mirada de Isabel. Una vez listos, fuimos a hasta la cocina para ponerlos a hervir. La consigna: que cada uno probara su propio tamal.

Mientras esperábamos su cocción los chiquitos bailaban gatos, chacareras y carnavalitos. Mientras disfrutaba viendo su destreza pensaba en estos nenes, que en el interior de nuestro querido país, viven cotidianamente nuestra tradición… Ellos son los que tutelan nuestra cultura.

¿Te gustaría vivir una experiencia parecida? ¡Viajá por los pueblitos del Norte Argentino!