Con infinidad de rincones cargados de historia, Buenos Aires siempre ofrece lugares que conocer y admirar. Una ciudad para aprender a cada paso, sorprenderte y deleitarte con sus expresiones artísticas, su arquitectura, sus sabores y mucho más. ¿Tenés una semana? Recorré cada día uno de sus barrios más representativos.
1. La Boca
El más antiguo, donde Pedro de Mendoza fundó el primer fuerte en 1536, y más adelante Juan de Garay estableció el puerto. Durante años, La Boca (en referencia a la entrada del Riachuelo) fue un arrabal poblado de ranchos y pulperías. Entrado el siglo XIX, un mayor movimiento de barcos dio lugar a un barrio marítimo y este fue uno de los sitios elegidos por los inmigrantes de ese momento, quienes levantaban sus casas de chapa y las pintaban con los sobrantes de pintura de los astilleros. Actualmente el barrio es símbolo del club Boca Juniors -con la célebre “Bombonera” y el Museo de la Pasión Boquense, y las coloridas paredes de los conventillos y especialmente su calle Caminito son una postal que recorre el mundo. A La Boca arribaron también bohemios, pintores, escultores y músicos, colmando el lugar de una mística singular, inmortalizada por la paleta de Benito Quinquela Martín. En la actualidad, en la “Feria de Artistas Plásticos de Caminito” se dan cita prestigiosos artistas contemporáneos para exhibir sus obras inspiradas en este barrio.
2. Monserrat
Sitio obligado, sin dudas. Es otro de los barrios más antiguos, elegido por los primeros pobladores españoles que se establecieron aquí luego de la segunda fundación de la ciudad. En esta zona se encuentran el Casco Histórico, que concentra edificios de gobierno como la famosa Casa Rosada (con visitas guiadas gratuitas los sábados de 10 a 18hs), el antiguo Cabildo -hoy museo-, la Manzana de las Luces -con sus antiguos túneles coloniales-; y la emblemática Plaza de Mayo, que albergara hechos de los más trascendentes en la historia argentina, tales como la Revolución de Mayo de 1810 o las marchas de las Madres de Plaza de Mayo, a partir de 1977, entre muchísimos otros. Enfrente, la Catedral Metropolitana. La Avenida de Mayo también pertenece a Monserrat, ofreciendo la posibilidad de un recorrido arquitectónico de lujo, para visitar joyas como el Palacio Barolo o lugares colmados de historia y cultura como el Café Tortoni, finalizando en el elegante edificio del Congreso de la Nación.
3. San Nicolás
El barrio más céntrico y, junto con Monserrat, otro de los primeros barrios de Buenos Aires en poblarse. Por su ubicación, en sus inicios fue denominado Catedral al Norte, mientras que Monserrat era Catedral al Sur. Al construirse la iglesia de San Nicolás de Bari y la Parroquia de Nuestra Sra. de Monserrat, ambos recibieron estos nombres. Sin embargo durante el siglo XX, con el trazado de la Diagonal Norte y el ensanchamiento de la Avenida Corrientes, la iglesia original fue demolida y reconstruida en otra ubicación. En la actualidad San Nicolás se destaca por albergar el Obelisco, el Teatro Colón y la Calle Corrientes: el obelisco fue levantado en homenaje al cuarto centenario de la fundación de la ciudad y constituye su postal indiscutida; el Teatro Colón es, sin dudas, uno de los teatros líricos de mayor importancia en el mundo; y la Calle Corrientes propone un centro cultural a cielo abierto, en cuyos bares, teatros y cabarets tocaron los grandes músicos de la primera mitad del siglo XX; peatonal de noche, es la calle de los teatros, librerías y las imperdibles pizzerías de Buenos Aires.
4. San Telmo
Otro de los barrios más antiguos y tradicionales de la ciudad. También forma parte del Casco Histórico de la ciudad, preservando buena parte de su patrimonio arquitectónico. Su foto característica muestra calles empedradas, casas bajas y patios con aljibes, que parecen haberse detenido en el tiempo. La zona es muy concurrida por la gran cantidad de bares, restaurantes, tanguerías y, lo más singular, los numerosos anticuarios de diferentes rubros. En pleno San Telmo se halla la Plaza Dorrego (Monumento Histórico Nacional), donde cada domingo tiene lugar una importante feria de antigüedades al aire libre. A su alrededor, caserones del siglo XIX, reciclados como cafés, parrillas o bares, instalan sus mesas en la plaza y el lugar se llena de vida, convocando a gran cantidad de pintores, músicos y bailarines callejeros de Buenos Aires. Tomate un rato para caminar por el Paseo de la Historieta, un circuito que rinde homenaje a los mejores personajes de las historietas argentinas; y no dejes de visitar el Mercado de San Telmo, donde vas a encontrar desde juguetes de antaño, discos, vajilla de la abuela, hasta todo tipo de especias, patés patagónicos o cafés de países exóticos.
5. Recoleta
El más elegante. Su nombre proviene del Convento e Iglesia de los frailes recoletos, que llegaron a principios del siglo XVIII. Desde fines de ese siglo, debido a las epidemias de cólera y de fiebre amarilla, las familias más ricas del sur de la ciudad se movieron hacia el Norte, poblando la zona. Durante la intendencia de Torcuato de Alvear se erigieron suntuosos palacios rodeados de jardines que copiaban el modelo francés. Por ello este barrio se caracteriza por su bella arquitectura europea y la impronta aristocrática de sus residencias, además de magníficas plazas. La Iglesia, el Cementerio y el actual Centro Cultural constituyen un conjunto de gran valor histórico y artístico. Así como el Museo Nacional de Bellas Artes, que posee la mayor colección de arte argentino y una de las más importantes de arte universal de Latinoamérica. El Cementerio de la Recoleta, en particular, merece una visita (ofrece visitas guiadas gratuitas de 1 hora de duración). Construido en 1822, fue el primer cementerio público de Buenos Aires, y posee numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas, pertenecientes a muchos de los principales protagonistas de la historia argentina. Más de noventa de estas bóvedas han sido declaradas Monumento Histórico Nacional.
¿Te gusta leer? Pasá por El Ateneo Grand Splendid, la librería que fue elegida por el diario británico The Guardian como la segunda más importante del mundo en su rubro. ¿Sabías que la Facultad de Derecho cuenta con un museo, una pinacoteca y una biblioteca especializada?
6. Palermo
Quizás el puntapié inicial para el desarrollo de este barrio fue la elección de esta zona por parte de don Juan Manuel de Rosas para establecer su residencia -en la actual esquina de Av. del Libertador y Av. Sarmiento-. Luego de Caseros la vivienda fue habitada por Urquiza y, posteriormente, convertida en sede de la Escuela de Artes y Oficios del Colegio Militar y de la Escuela Naval, antes de ser demolida en 1889. En 1875 fue inaugurado el Parque Tres de Febrero, y al poco tiempo se crearon el Jardín Botánico y el Zoológico. Por supuesto, el tango llegó también a Palermo acogido por el mítico Café de Hansen. Era la época en que las esquinas amparaban en sus ochavas a guapos y malevos.
Hoy en día, Palermo nos regala sus hermosos bosques, palacios, museos, tiendas de diseño y teatros under, y además se ha transformado en uno de los polos gastronómicos más importantes de Buenos Aires con numerosos y variados restaurantes y bares, dando lugar a una intensa vida nocturna. Y podés elegir entre visitar el Planetario Galileo Galilei, el Jardín Japonés o Tierra Santa -una réplica de la Jerusalén de hace más de 2000 años-.
7. Puerto Madero
Uno de los barrios más jóvenes. Con el propósito de dotar a la ciudad de una adecuada infraestructura portuaria, a fines del siglo XIX, se aprobó el proyecto de Eduardo Madero, que fue inaugurado en 1897. Unos años más tarde, fueron construidos los depósitos de ladrillo rojo, que conforman hoy la imagen del barrio. Sin embargo, muy pronto estas obras quedaron obsoletas, y en su reemplazo fue construido el Nuevo Puerto, quedando el área abandonada por más de medio siglo. En 1989, se decidió recuperar la antigua zona portuaria, integrando la ciudad al río. 170 hectáreas fueron rescatadas y destinadas a viviendas y espacio público, generando un exclusivo centro residencial, gastronómico y de negocios. El Puente de la Mujer, emblema de Puerto Madero, representa la imagen de una pareja que baila tango; mientras que las calles del barrio rinden homenaje a destacadas mujeres de la historia argentina. Hay mucho para visitar: el Buque Museo Fragata Sarmiento, el Buque Museo Corveta Uruguay; varios museos, entre ellos el del Humor y el Faena Arts Center, el Yatch Club y mucho más.
La yapa: Belgrano
¿Tenés un día más? En este barrio vas a conocer El Monumental, estadio del Club River Plate, uno de los campos de juego más importantes de Sudamérica y el de mayor capacidad de la Argentina (76.000 espectadores). Y si te gusta lo étnico, no te pierdas el Barrio Chino en la zona de Juramento y Arribeños, con tiendas, restaurantes y puestos callejeros con todo tipo de productos típicos orientales. A fines de enero o principios de febrero vas a poder disfrutar de las celebraciones del año nuevo chino.