Te contamos qué es el famoso “jet lag”, cuáles son sus síntomas y te recomendamos algunos tratamientos naturales para que en tus próximas vacaciones no lo padezcas

¿Qué es el jet lag?

El jet lag es un desorden de nuestro organismo que ocurre al viajar grandes distancias en avión de un país a otro con distinto huso horario. Lo que sucede es que el cuerpo humano no está preparado para cambiar de horarios en tan poco tiempo, por lo que se desorienta y comienza a funcionar anormalmente.

Los síntomas son varios y en su conjunto se conocen como “jet lag”. La base del problema está en la luz y nuestro reloj interno, ya que nuestro organismo se adapta a la luz -por ello trabajamos de día y dormimos de noche-, es decir estamos acostumbrados a tener determinada cantidad de luz.

Entonces supongamos que salís de Buenos Aires a las 6 de la mañana y volás 10-12 horas hasta Madrid llegando a las 23 hs -oscuridad absoluta-. A tu cuerpo le van a faltar unas 3 horas de luz, lo que te pone en riesgo de sufrir jet lag. El problema se agrava cuando las distancias que se recorren son mayores, viajando hasta 24 horas de un lado al otro del planeta.

Por ejemplo si tomás un avión o varios desde Buenos Aires hasta Tokio, no sólo viajás muchas horas sino que cuando tu organismo espera que se haga de noche, es de día. Tu cuerpo no se acostumbra a esta nueva situación en poco tiempo, de modo que querrá dormir pues debería ser de noche. Y te lo hará saber a través de variados malestares. Este es el famoso jet lag.

Los síntomas más comunes

Hay que tener en cuenta que los síntomas del jet lag son variados y se asemejan a los síntomas de la falta de sueño. Además, dependiendo de la situación, podés sufrir uno o varios de ellos en forma simultánea.

Los más comunes son: mucho cansancio general, dolor de cabeza, insomnio o todo lo contrario: muuuucho sueño, náuseas y hasta vómitos, diarrea, pérdida de la memoria (transitoriamente), desgano, confusión e irritabilidad.  

5 soluciones efectivas para el jet lag

El jet lag no es una enfermedad, de manera que no es posible “curarlo”, pero sí hay formas para evitar y/o aliviar sus síntomas.

Te sugerimos:

  1. Dormir. Dormir bien tiene muchos beneficios. Dormí bien antes de viajar, y también intentá dormir durante el vuelo. Una vez en el destino, acostate temprano y madrugá al menos los dos primeros días.
  2. Agua. Beber mucha agua durante el viaje y también al llegar, te va a ayudar a estar bien hidratado. No tomes café ni alcohol que, contrariamente a lo que muchos creen, te deshidrata y te vas a sentir peor porque retrasa los efectos del jet lag.
  3. Sol. Para adaptarte lo más rápido posible al nuevo horario, lo mejor es que cuando llegues a destino trates de estar al sol buena parte del tiempo (recordá que el jet lag se produce por los cambios de luz). Eso sí, mejor usá lentes de sol.
  4. Comidas. Comé liviano. Tanto durante el viaje como en destino lo mejor es comer poco varias veces al día.
  5. Caminar. Durante el vuelo intentá dar un paseo cada hora por el avión. Luego, comenzar el día con una buena caminata bien temprano por la mañana será clave.

Esperamos que estos consejos te ayuden a disfrutar a pleno tu viaje desde el primer día.

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