10 atractivos adorables de París

París, la ciudad de las luces, del amor, de la Tour Eiffel… Con su imponente arquitectura, fascinantes museos y monumentos, cautivantes jardines y magníficas catedrales, París seduce a sus visitantes con su ambiente romántico y sus barrios bohemios. ¡Vení a conocer esta increíble ciudad de Europa!

¡Oh la lá! Paris, Paris

Caminar por las calles de París solo puede ser interrumpido por el placer de sentarse en uno de sus tradicionales cafés a disfrutar de una exquisita crêpe (¡probá la de nutella!). Por las noches sus calles se iluminan para convertir a la ciudad en el escenario perfecto para los enamorados. Hoy, te proponemos 10 atractivos de la capital francesa que no podés dejar de conocer.

Île de la Cité

“La Isla de la Ciudad” es el corazón de y el lugar de fundación de París. Es una de las islas naturales que se encuentran en el Sena. Alrededor del año 200 a.C. la tribu celta de los Parisii se estableció aquí fundando la ciudad de Lutecia. Ésta creció y se convirtió en la capital del reino, bajo la denominación de Cité. Luego soportó ataques normandos y durante la Edad Media, gracias a su ya importante núcleo de población se fue transformando en centro político, cultural y espiritual de Francia. En la Île de la Cité se encuentran algunos de los principales atractivos de la ciudad, como la Catedral de Notre Dame, la Sainte Chapelle o la Conciergerie. La isla ofrece además agradables calles y plazas para pasear en las que vas a encontrar sitios como el mercado de las flores de la Place Louis Lépine.

Quartier Latin

El Barrio Latino se encuentra ubicado al sur de la Île de la Cité y es una de las zonas más concurridas y animadas de la ciudad. Debe su nombre a la Época Medieval, cuando los estudiantes que vivían aquí utilizaban el latín para comunicarse. Tras atravesar la Plaza de Saint Michel, donde vas a ver una enorme fuente con la figura de San Miguel luchando con un dragón, entrás en una trama de encantadoras callejuelas. A partir de este punto todo son restaurantes y cafeterías con terrazas, una más linda que otra. Una de las principales calles es la Rue Huchette, no dejes de recorrerla.

Cathédral Notre Dame

Construida entre 1163 y 1245, la Catedral de Notre Dame es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo. Dedicada a la Virgen María, en ella se han celebrado importantes acontecimientos, como la coronación de Napoleón Bonaparte, la beatificación de Juana de Arco y la coronación de Enrique VI de Inglaterra. Accediendo a la parte superior de sus torres (vas a subir 387 escalones), además de apreciar fantásticas vistas, podés visitar el campanario en el que vivió el mítico Jorobado de Notre Dame y ver de cerca las múltiples gárgolas.

Arc de Triomphe

Obviamente, uno de los monumentos más representativos de París, emblema de las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón. Obra del arquitecto Jean-François Chalgrin, su construcción demoró 30 años. En este punto, el dinamismo de París en la confluencia de doce de sus principales avenidas es digno de admirar. Para llegar al Arco de Triunfo existen pasos subterráneos desde las avenidas. ¡Cuidado en esta rotonda! Vale la pena ingresar y subir para admirar las vistas de los Campos Elíseos y el Barrio de la Defensa.

Champs Élysées

A lo largo de casi dos kilómetros, los Campos Elíseos comunican el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia, formando la calle más linda y más conocida de París. Su historia data de 1640 con la plantación de una gran alineación de árboles que posteriormente se convertiría en la avenida. La zona baja se halla rodeada de jardines presididos por imponentes edificios como el Palacio del Descubrimiento, el Petit Palais y el Grand Palais; mientras que la parte alta comienza en la Place de l’Etoile junto al magnífico Arco del Triunfo y está compuesta por tiendas de lujo, restaurantes, cines y algunos grandes almacenes. Hasta que vayas en persona, recorré Champs Élysés escuchando su canción.

Musée du Louvre

Inaugurado a fines del siglo XVIII, el Museo del Louvre es el museo más visitado del mundo. Formado a partir de las colecciones de la monarquía francesa y las expoliaciones realizadas durante el imperio Napoleónico, está alojado en el Palacio del Louvre, una fortaleza del siglo XII. Tras el traslado de la residencia real al Palacio de Versalles, el impresionante edificio de 160.000 m² comenzaría su proceso de transformación. Hoy su colección comprende cerca de 300.000 obras anteriores a 1948, de las que se exponen aproximadamente 35.000. Entre sus pinturas, se destacan La Gioconda de Leonardo da Vinci, La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix, y Las Bodas de Caná de Veronés. Y entre sus esculturas sobresalen La Venus de Milo de la Antigua Grecia o El escriba sentado del Antiguo Egipto. Te dejamos un anticipo a través de esta visita virtual.

Opéra Garnier

Junto con la Ópera de la Bastilla, conforma la Ópera Nacional de París, inaugurada en 1875 y en cuya construcción trabajaron 14 pintores y artesanos y 73 escultores. Es un edificio espectacular que transmite la riqueza y la magnificencia de su pasado, con sus “foyers” ricamente decorados, la sala de espectáculos iluminada por una enorme araña de cristal, y la gran escalera de mármol blanco con una balaustrada de mármol verde y rojo que une los dos niveles. En este palacio se inspiró la conocida obra “El Fantasma de la Ópera”.

Moulin Rouge

Inmortalizado por el pintor Henri de Toulouse-Lautrec, el Moulin Rouge es famoso en el mundo entero por el cancán francés. Sus pomposos espectáculos se caracterizan por las plumas, la pedrería y las lentejuelas, suntuosos decorados, música original y, por supuesto, hermosas bailarinas. Muchas estrellas internacionales han actuado en el escenario del Moulin Rouge, entre ellas Ella Fitzgerald, Liza Minnelli, Frank Sinatra y Elton John, así como celebridades francesas de la talla de Maurice Chevalier, Jean Gabin, Edith Piaf e Yves Montand. Las entradas se agotan cada noche por lo que te recomendamos reservar con bastante anticipación. Mirá por qué es imperdible.

Tour Eiffel

Creada para la Exposición Universal de París de 1889, la Torre Eiffel se yergue en sus 300 metros de altura como el símbolo más emblemático de París. A pesar de que en sus inicios esta construcción fue objeto de controversias, actualmente es el monumento más concurrido del mundo. Subir a la Torre Eiffel es una experiencia única y prácticamente obligatoria. Uno de los mejores momentos para hacer esta visita es el atardecer y disfrutar de la ciudad iluminada en todo su esplendor.

Soup a l’oignon & Pâtisserie

La sopa de cebolla es plato emblemático de la cocina tradicional francesa. También denominada como “Soupe d’oignons aux Halles”, era considerada en la época de la Revolución Francesa como un plato humilde elaborado con ingredientes sencillos. Sin embargo, su preparación minuciosa la convierte en un plato digno de reyes. No existe bistró parisino que no tenga en su menú del día una “soupe a l’oignon”.

¿Para la tarde? Tarte Fraisier, un clásico de las mejores pastelerías francesas. Consiste en un pastel de capas de bizcochuelo genovés bañadas en almíbar de aguardiente de cerezas (Kirsch), una generosa capa de crema muselina (mezcla de pastelera y crema chantilly), y frutillas. Suele terminarse con una capa de mazapán o merengue italiano dependiendo de la variante.